sábado, 26 de enero de 2013

Elige tu propia aventura

Después de sobrevivir al apocalipsis maya y de esquivar mucho tiempo el asunto, cual fan de Miranda en un recital de Almafuerte, me decidí a retomar el blog y escribir una entrada que cuente mis peripecias facultativas, pero después recordé que eso no le interesa a nadie y que es preferible volver a hablar de películas, directores and everything in between.

  • Si creés que redacté como el orto el principio de este post, seguí leyendo que está todo así, porque para mucho más no me da el marote. 
  • Si pensás que lo redacté re bien y sos linda y tenés entre 18 y 25 años dejá tu teléfono y tus medidas corporales en los comentarios. La producción de este programa se comunicará contigo a la brevedad.
  • Si pensás que intentar meter hiperficción explorativa en un blog semanal es una pelotudez, tenés toda la razón. Pero por lo menos le trato de poner humor a este pastiche y vos te hacés el copado usando términos lingüisticos re cajetillas. Recatate, guacho piola.
Bueno, lo que quería decirles es que fui a ver The Hobbit: An Unexpected Journey (2012) y me dieron ganas de que Peter Jackson sea un tío lejano mío. O mi suegro. O algún relativo al que se le pueda pedir algunos pesos.

Si bien tiene algunos baches y puntos flojos (ya que si uno leyó el libro para chicos previamente se da cuenta de que no da para hacer tres películas ni en pedo, pero que como a nadie se le cae una idea, estiran el chicle a más no poder) me entretuvo bastante y visualmente es una masa.

El tema de los 48 fotogramas por segundo hace que se vea un toque más raro, pero le saca bastante el jugo al 3D y la secuencia del encuentro entre Bilbo y Gollum es de lo mejor que  he visto en materia de efectos en lo que va del año éste con número impar. Ah, la peli dura como tres horas y pico en la que sólo vemos hobbits, enanos y algún que otro elfo caminando de un lado a otro. Y nada más, así que después no digan que no les avisé.

También fui a ver la última de Darín, pero ya me cansé de escribir acá. Así que les dejo esta crítica de un chabón que debe ser sólo un par de años mayor que yo, pero que ya ha dirigido un cortometraje y una ópera prima muy, muy buenos. Un capo el loco.

Listo el pollo, pelada la banana.