sábado, 24 de noviembre de 2012

I'll be back

Holanda!

Lo que nos reune en este día tan especial (hoy, pero hace muchísimos años, nació Spinoza, y hace muchos años pero menos que en el caso anterior, murió Freddie Mercury. Está bueno pensar que son la misma persona, que vivió mucho y se fue cambiando de nombre, pero durante toda su vida fue alguien importante) es que mi hermano se llevó todos los juegos, si no, en vez de estar escribiendo esto, estaría dándole duro y parejo al Batman: Arkham City.

Y en el superfluo espíritu de esta improvisación de tan mal gusto, aprovecho para anunciarles que la rueda deja de girar por un tiempo. ¿De qué rueda estás hablando, forro? pensarán ustedes, seguramente. Me refiero a que el presente blog se va a tomar unas vacaciones, principalmente debido a que tengo que rendir ciertos exámenes para entrar a cierta facultad.

Últimamente, mi vida se ha reducido a estudiar, viajar en bondi y estudiar. Sí, mis días están llenos de acción y adrenalina. Además, ver muchas películas y comentarlas en este antro no contribuye demasiado para aprobar un ingreso. Al menos eso me dijeron.

Probablemente vuelva a escribir ya el año próximo, para el que no falta tanto tampoco. Si es que no se cumplen (y ojalá lo hagan) las profecías mayas, claro.

Nos olemos luego, camaradas.

sábado, 17 de noviembre de 2012

Brevísima introducción al cine de Wes Anderson

No es para nada difícil encasillar una película de Michael Bay porque, vamos, es acción y efectos especiales con una profundidad equivalente a una novela de Isabel Allende. O sea, no digo que sean un director y una escritora terribles, pero si Bay se decidiera a escribir probablemente pondría en todos sus libros chamanes y pigmeos, y Allende utilizaría a Shia LaBeouf para todos sus papeles principales.

Pero existe otro tipo de cine que roza lo inclasificable y juega con lo incasillable, o sea, hace incapié en lo indefinible. O definible, pero con un poco más de esfuerzo. Uno de los mejores ejemplos de esto es Wes Anderson.

Si bien se le puede inculcar el horroroso término acuñado por su servidor "comidrama" o "dramedia", que determina la mezcla entre drama y comedia, es injusto para las producciones que este director realiza. En todas ellas hay mucho humor, mucha extrañeza, relaciones humanas que parecen imposibles, personajes definidos de una manera casi obsesiva, y también mucho del tedio de lo cotidiano.

Con seis largometrajes y dos cortos en su haber: Bottle Rocket (1994)Hotel Chevalier (2007)se transformó en uno de mis directores preferidos, y no hay una sola cosa que haya producido que no sea totalmente recomendable, cada película con sus características individuales y con el sello que le da Anderson a toda su obra.

Por lo pronto si quieren empezar con algo, es probable que la mejor elección sea The Royal Tenenbaums (2001), que si bien no me parece su mejor película (y que no guarda relación alguna con el periodista de TN), es la más accesible en todo sentido. Aparte cuenta con las exquisitas actuaciones de su actor fetiche Bill Murray, los hermanos Wilson (usuales colaboradores), Ben Stiller, Anjelica Huston y Gene Hackman, entre varios otros.

Más adelante seguramente hablaré de sus otras producciones, mientras tanto, vean y vuelvan a ver ésta. Y ésta, también.

sábado, 10 de noviembre de 2012

¡Pero yo me lo veía venir!

Adolfo Bioy Casares utiliza como ejemplo para final sorpresivo, en algún prólogo, este soneto de Enrique Banchs. Yo prefiero utilizar como ejemplo la canción de Los Ladrones Sueltos, "No le dijo nada", porque la mina era calladita, y al final uno se entera que no podía hablar, y hasta en algún momento en el desarrollo de la cuestión da a entender que se aprovecha de su silencio, o sea que todo es bastante perverso. Claro que no sirve de mucho el final sorpresa de la letra si ya lo insinúan en el título, pero bueno, sospecho que una banda con un nombre así no se preocupaba demasiado por esas sutilezas.

Ahora, en un esfuerzo de memoria, voy a intentar consignar algunos de los mejores finales sorpresivos de la historia del cine*, y por qué no, algunos de los peores. Obviamente esto está repleto de spoilers, así que si no vieron alguna película, no lean.


Arlington Road (1999): Esta es medio deconocida, pero quién soy yo para juzgar. La cuestión es que un vecino como cualquier otro empieza a sospechar que otro vecino como cualquier otro es un terrorista. La película es del '99, así que estaba bien pensar que un ciudadano norteamericano podía hacer volar cosas en USA.  La cuestión es que entre la paranoia y las cosas que va descubriendo se termina de convencer, y comienza a tomar medidas para que el ataque que están planeando no pueda llevarse a cabo. Obviamente todo sale mal, lo que nos lleva al tremebundo final.

¿Cómo termina? ¿Por qué está bueno? Primero, porque ganan los malos, después, porque al pobre protagonista, un tal Michael, le faltó conocer una parte importante del plan: él. Todo estaba diseñado para que, en su desesperación, ingresara al edificio de nosedónde, pasando los controles de seguridad. Claro que los terroristas habían llenado su baúl con dinamita, o algo igualmente explosivo.

¿Y no se lo ve venir? No, no, claro que no. Tiene tanta pinta de thriller convencional que uno nunca sospecha nada, hasta el momento en que ve la cara de "uy, entré como un caballo" que pone Jeff Bridges justo al final.


Saw (2004): Es la única de la serie que vale la pena, por la novedad y por el final supersónico que se carga. El argumento es conocido, un loco que se hace llamar Jigsaw mete a unos cuantos infelices a una sala llena de trampas más o menos alegóricas y se van muriendo uno a uno, porque convengamos que las trampas duelen mucho y no hay muchas ganas de resolverlas. O sea, si el chabón pusiera un sudoku o uno de esos alambres retorcidos que venden los hippies en la plaza, sería todo mucho más fácil.

En la primera hay dos tipos que ni me acuerdo que hicieron encerrados en una pieza junto a un cadáver. Todo bien hasta ahí, uno se tiene que cortar una pierna, el otro tiene que matar al primero, o algo así, cosas típicas de la serie. Pero al final...

¿Cómo termina? ¿Por qué está bueno? ...resulta que el cadáver no es tal, si no que es el propio asesino, y que uno de los hombres se muere, y el otro, que sobrevive pero sin una pierna, es encerrado para toda la eternidad en el mismo cuartito, mientras pega un grito de lo más melodramático.


¿Y no se lo ve venir? No, no, claro que no. Uno piensa que alguien tiene que salir, o que los dos van a morir como ratas, pero nunca que EL ASESINO ESTÁ JUSTO AHÍ!



The Sixth Sense (1999): Era más que obvio que iba a estar, porque es uno de los mejores finales ever. No es que el resto de la película esté mala y el final la salva, si no que una vez que uno la ve, la puede volver a ver, y volver a ver, y volver a ver, y sigue estando bien. Es tan buena que le permitió a M. Night Shyamalan seguir robando con otros bodrios.

Si no vieron esta película son gente horrible y ya tienen una misión para su vida. Si tuvieron la mala suerte de conocer el final antes de verla, como me pasó a mí culpa de un idiota que se creía gracioso, veanla igual, porque rockea. Bruce Willis es un psicopedagogo que intenta ayudar a un niño con tremendos problemas. El pibe 
le dice que ve gente muerta y Bruce le cree. Ayudan a una niña muerta y todos felices, pero..

¿Cómo termina? ¿Por qué está bueno? ¡Bruce Willis está muerto! Es un fantasma y nunca se dio cuenta. Ayudó al niño desde la tumba, desde el más allá, desde el otro barrio, y ni él ni nadie lo sabía. Menos yo porque me contaron el final.

¿Y no se lo ve venir? Ni de chiste, bah, a menos que uno sea parapsicólogo o hable con gente muerta que ya la haya visto. Igual seguro que hay gente muy superada de la vida que anda por ahí diciendo "era obvio".

Algunos de los peores, y por qué:

Matrix II: Porque no lleva a nada.
The Butterfly Effect: Porque es ridículo.
Saw II, III, IV, V, VI y VII: Porque son todos iguales.
Signs: Porque es absurdo, y malo, y absurdo.
Vanilla Sky: Porque mezclar realidad con sueños, con criogenia es demasiado. Algo sobra.

Tengo más, pero ahora los dejo con éstos porque quiero jugar al Call of Duty. Si se acuerdan de alguno, comenten, no sean tímidos.

*Qué yo haya visto, recuerde, y considere relevante.

sábado, 3 de noviembre de 2012

¡Nueva sección!

Como habrán notado (y si no lo hicieron, da lo mismo) este es un blog bastante ecléctico y aleatorio. Algo así como un camaleón con desórdenes de personalidad. A veces es algo, otras veces otra cosa y la mayoría de las veces no es nada.

Hay recursos que se repiten bastante (ránkings eternos, críticas y recomendaciones tendenciosas, datos intrascendentes, uso excesivo de adjetivos, etc) básicamente debido a la inhabilidad para la escritura del autor y los nulos conocimientos gramaticales.

Hoy este sitio agrega un nuevo apartado llamado 'Fuera de foco' que contribuye a que el mismo siga mutando y reciclándose. Se trata de una flamante sección dedicada principalmente a los actores secundarios y extras, que iré actualizando en la medida que me dé la gana. Destinada a aquellos actores que ganan mucho menos que el carilindo protagonista, pero que muchas veces hacen un trabajo mucho mejor. Generalmente participan en películas independientes o vienen del teatro, o tienen algún rasgo que los identifica con cierto papel.


Para empezar, elegí a uno de mis favoritos: John Cazale. Un actor de reparto ítaloamericano medio feúcho, raquítico y de bajo perfil, pero que así y todo se levantó a Meryl Streep y fue capaz de robar cámara a actores de la talla de Al Pacino, Robert De Niro y Gene Hackman, entre otros.
Para mí Cazale es, fue y será siempre el incompetente, triste y traidor Fredo Corleone en la saga de The Godfather. Además ostenta una condición que mucha gente desconoce: actuó únicamente en cinco excelentes películas (Las primeras dos de The Godfather, The Conversation, Dog Day Afternoon y The Deer Hunter) y todas ellas resultaron nominadas al Oscar como Mejor Película. Un récord inédito, más allá de que se trata de unos premios muy devaluados. Como todos, bah.
Se murió joven, de cáncer de pulmón, antes de que su último film se estrenase. Su por aquel entonces prometida Meryl Streep y Michael Cimino, el director, tuvieron que convencer al productor, quien ni siquiera quería asegurarlo (murió a las pocas semanas de terminada la filmación) y De Niro terminó pagando de su bolsillo el caché de su colega y amigo. Lo cierto es que Cazale apareció póstumamente una vez más en pantalla en el año noventa, cuando se estrenó The Godfather Part III, en una escena retrospectiva en la que Michael recuerda la ocasión en la cual la familia se enteraba de su decisión de ir a pelear a la guerra.

Era muy amigo de Al Pacino, quien comentó en una oportunidad: 'Todo lo que yo quería hacer era trabajar con John por el resto de mi vida. Él era mi compañero de actuación'. Y yo me atrevería a decir que era el compañero de toda una generación.
Momento cinematográfico a través del cual lo recordaré siempre: El beso de Judas, momento en el cual empezamos a despedirnos de Fredo, que terminará durmiendo con los peces.

sábado, 27 de octubre de 2012

Todavía no abandono esta bazofia

Lo que pasa es que estoy con dos preuniversitarios a la vez y resulta medio cansador, y si le sumamos cansancio a mi estupidez natural... bueno, se pueden imaginar.

Hablando de estupidez, ayer casi falto al mencionado pre por ver Billy Madison. Me imagino que nadie en su sano juicio haría eso, pero es porque no reconocen la grandeza de un género en decadencia: la comedia estúpida. Este tipo de películas se caracterizan por buscar la risa fácil, generalmente son groseras o chabacanas, aparecen muchos enanos, payasos, drogadictos, vagabundos, animales y demases, siempre moviéndose en el límite de lo ridículo (del lado de adentro).

¿A qué se debe la decadencia de tan maravilloso arte? Principalmente a las secuelas de American Pie, pero esa es otra historia. Prefiero quedarme en lo bueno, por lo que acá les dejo un ránking de las 10 mejores comedias estúpidas, que probablemente sean también las 10 más estúpidas.
                            

10- Beverly Hills Ninja (1997): Esta gana por los actores, Chris Farley en su punto justo (con mucha cocaína pero vivo) y Chris Rock, que estaba tan negro como ahora. Vale la pena verla aunque sea para recordar al gordo Farley bien, no como después de ver Almost Heroes (1998), que es malísima y Chandler apesta.

Lo mejor: Chris Rock entrenando para convertirse en ninja.




9- Scary Movie (2000): Quizá la pondría más arriba, pero las aberraciones que la siguieron la tiran abajo. Una burla a una burla de las películas de terror parece demasiado traído de los pelos, pero por alguna razón resulta divertida e inclusive recomendable. No pongo más porque casi no me acuerdo lo que pasa.

Lo mejor: Casi nos hace olvidar de la 3. No sé si de la 4, porque no me arriesgué a verla.




8- Half-Baked (1998): El pináculo de las stoner-movies, tres amigos tienen que salvar a un cuarto de la cárcel. El gancho es que son una manga de drogadictos ineptos, y Dave Chapelle, cuyo personaje se llama Sir Smoke-a-Lot. La escena del caballo es para llorar de risa. Y de pena, pobre caballito...                                                              

Lo mejor: El tipo del sillón, el caballo.


7- Dumb and Dumber (1994)El debut detrás de las cámaras de los hermanos Farrelly. Para aquellos que viven dentro de un frasco de aceitunas, les cuento que trata de dos completos imbéciles que encuentran un maletín lleno de guita y, en su afán de devolverlo, cometen una sarta de estupideces pocas veces vista.

Lo mejor: la venganza con el laxante, la muerte del búho en el banquete.

6- Billy Madison (1995): Primer papel protagónico de Adam Sandler y primer libreto. Tiene tantos de los condimentos que hacen de una comedia estúpida una buena comedia estúpida, que es casi imposible nombrarlos a todos, pero algunos: Norm McDonald, payasos, un malo totalmente ridículo y el mejor final de todas estas comedias.


Lo mejor: el Decatlón Académico. Ya sé que mandar el link es como quemar la película, pero algo me dice que nadie va a salir corriendo al videoclub para ver esto.



5- Top Secret (1984): Clásico del género, básicamente es una burla a las películas de espías. Val Kilmer se tiene que escapar de los nazis, o rescatar a un científico, o rescatar a una chica o algo así. También está Omar Sharif, lo que supongo que es un plus.


Lo mejor: los integrantes de la Resistencia. La escena de la Laguna Azul.



4- Airplane (1980): la comedia estúpida más vieja que conozco, y por lo tanto la primera (hasta que alguien me demuestre lo contrario). Su mérito principal es haber metido a Leslien Nielsen en este tipo de películas. Creo que hasta el día de hoy nadie lo pudo superar, los únicos que se acercan son Adam Sandler y Jim Carrey.


Lo mejor: El piloto automático.



3- The Naked Gun (1988): La única trilogía que se mantuvo graciosa (en la medida de lo posible) a lo largo de las secuelas. Frank Drevin, un policía chapado a la antigua tiene que atrapar a diferentes estereotipos de malvados, que tienen planes como hacer explotar la ciudad o matar a la reina de Inglaterra. Leslie Nielsen en su época dorada.

Lo mejor: imposible decidirse, así que sólo voy a dejar una de las extrañísimas analogías del teniente Drevin: "Como un ciego en una orgía, debería tantear las cosas".

2- Zoolander (2001): Es difícil hablar de esta película, porque tiene tantos elementos geniales que no me puedo parar en uno. Capaz que lo que más destaca son Stiller y Wilson como dos modelos masculinos subnormales, o la cantidad impresionante de gags, o los diálogos ingeniosos en su moronidad... no sé. Ni me gasto en tratar de decir de qué se trata, sólo digo que cada vez que la veo me río más.


Lo mejor: sólo para elegir algo, la pelea con los surtidores de nafta.



1- Happy Gilmore (1996): Nunca me reí tanto con una de estas comedias, nunca lo volveré a hacer. Si no la vieron se pierden de una parte importante de la vida. Un dato curioso: la dirige el mismo delincuente de Jack & Jill (2011). Sólo que aquí hace que, digamos, Woody Allen o Fellini parezcan aficionados.

Lo mejor: el caddie, el lugar feliz de Happy.






Ya está, me di cuenta de que estos films tienen tan poco argumento que una sinópsis es casi imposible. Aparte son lo contrario de las pornos, nadie las ve por la historia.

Tenía dudas sobre si las de Monty Python encajaban. Decidí que no, pero porque no me parece que entren en el género.

sábado, 13 de octubre de 2012

Tyrannosaur (2011)


Con: Peter Mullan, Olivia Colman, Eddie Marsan, Paul Popplewell, Sally Carman y un bulldog inglés muy hinchapelotas.

Dirigida por: Paddy Considine.


No me terminó de convencer, muy triste. Y muy exagerada, sí ése es el término, exagerada.

Los dos protagonistas están muy bien, sobretodo Colman. Pero el director parece empeñarse en mostrarnos todo el tiempo que el tipo es rudo y más malo que la mierda, y que la mujer es sufrida e ingenua.

El único chiste (posta, el único) que hay en todo el film ocurre cuando Tipo Rudo se esconde en el local de Mujer Sufrida y ésta naturalmente le pregunta quién es. A lo que él responde: 'Robert De Niro'. Lo cual tiene sentido ya que parece que, para componer el personaje, Peter Mullan se vio todas aquellas películas en las que Roberto hace de tipo rudo, desde Taxi Driver a esta parte. Porque le sale igualito, hasta cuando se ríe lo imita.

Esta película falla en que nunca aliviana ese clima lánguido y opresivo e inclusive lo aumenta; midiendo bastante la resistencia del espectador. O sea, entiendo que es un drama y todo eso pero pará de tirar tantas pálidas seguidas, flaco. Bajá un cambio.

No hay dinosaurios.

Le pongo 6 asteroides bastante agridulces.

sábado, 6 de octubre de 2012

El grito Wilhelm

Estoy seguro de que usted, confianzudo lector de este blog, ha escuchado el grito de Wilhelm al menos una vez en su vida en alguna película y le aseguro que después de leer esto, va a poder reconocerlo allí donde se encuentre.

Se trata de un 'desgarrador alarido', grabado por el actor Sheb Wooley en 1951 para un western llamado Tambores lejanos, que fue incorporado y bautizado así veinte años después por Ben Burtt para las trilogías de Star Wars (1977-1983) e Indiana Jones (1981-1992). Desde ese momento ha hecho acto de presencia en centenares de films, series, videojuegos, etc, y la verdad es que está más quemado que los chistes de suegras de Jorge Corona.

Hay gente con una admirable cantidad de tiempo libre que se encarga de rastrear e identificar todas las apariciones del famoso jipido y editar videos con las mismas e incluso algunos ingenieros de sonido de Hollywood se han negado a seguir utilizándolo, como el propio Burtt y Howard Shore, entre otros.

La última vez que recuerdo haberlo escuchado fue en una escena de Captain America: The First Avenger (2011), cuando Steve Rogers atropella a un par de soldados de HYDRA y, en el momento en que éstos salen despedidos, se materializa la voz de este trillado cowboy.

Si usted (¿lo puedo tutear?) reconoce a Wilhelm por ahí, no dude en hacérmelo saber en los comentarios de aquí abajo.

sábado, 29 de septiembre de 2012

Series recién salidas del horno

Sabido bien por todos es (chupate ese hipérbaton, maestro Yoda) que en la TV nunca hay nada que ver. O sea, si estamos entre ese dos o tres por ciento que no disfruta tanto de ver como discute un dudoso jurado de impresentables en un programa de mediocre para abajo. O quizá estamos entre el doce y catorce por ciento que no soporta enterarse de los pormenores de las peleas de vedettes de segunda línea que se empomaron el mismo pony el día de la primavera.

Y quizá estamos entre el veintisiete y treintaytrés por ciento que no se alegra cada vez que pasan pedazos recortados de otros programas y hacen ingeniosas canciones de parecidos. Pero quizá también estemos entre el setentayocho y el ochentaytres por ciento que vomitan cada vez que Mariano Grondona sale en pelotas (domingos a las 21) a explicar el cruce de los Andes mientras hace hula-hula.

Si estamos dentro de alguno de esos desafortunados segmentos de la población, ¿qué podemos hacer? Claro, buscar series del cable o robar de internet todas las semanas. ¿Pero cuáles? ¡¿CUÁLES?! Pueden empezar por este recontranecesario  muestreo de series que valen la pena y todavía están en el aire:


The Newsroom
¿Qué es, por Dios, qué es? Llena de maratónicos parlamentos plagados de referencias a hechos reales (el derrame de petróleo en el Golfo de México, la pólemica muerte de Bin Laden, etc.) y con muy buenas actuaciones, esta serie sobre la dinámica de un noticiero bastante utópico es de lo mejorcito del 2012. Creada por Aaron Sorkin, el guionista de The Social Network (2010)
¿Cuántos episodios tiene, cuándo vuelve al aire? La primer temporada consta de 13 episodios y ya fue renovada para una segunda el año entrante.  Por suerte.                 

(hdp)
¿Qué es, por Yahveh, qué es? Uno de los mejores nombres que he visto para una miniserie. La tercer coproducción brasileña de HBO nos sumerge en la vida de un particular árbitro de fútbol profesional cuyo objetivo es dirigir la final del Mundial, y que en su vida privada tiene más problemas que el plomero del Titanic. O algo así.
¿Cuántos episodios tiene, cuando vuelve al aire? Ídem a la anterior.

Homeland
¿Qué es, por Chuck Norris, qué es? La serie preferida de Obama. Un marine secuestrado por Al Qaeda y que había sido declarado desaparecido en combate, aparece ocho años después en su casa y hace como si nada, como si se hubiera demorado en el supermercado chino. Todos sospechan de todos y la paranoia está a la orden del día.
¿Cuántos episodios tiene, cuando vuelve al aire? El 21 de octubre empieza la segunda temporada. Apúrese a ver la primera, yo sé lo que le digo.

sábado, 22 de septiembre de 2012

Con 3Dedos de frente

ADVERTENCIA: Este post ha sido creado con el único fin de entretener (ponele). El autor del blog se atribuye el mérito de todas las mejoras que se produzcan en tu vida después de leerlo. Por otro lado, rechaza toda responsabilidad por cualquier consecuencia derivada del mismo hecho, incluyendo: pedidos de captura, extradición, castración química y pena de muerte. Ya ha sido debidamente notificado, lea.

¡Juro que esto no es Photoshop!
En la actualidad existen dos formas de realizar cine en 3D: la filmación con cámaras especiales o la post-conversión a dicho formato. El primer método sale un huevo y la mitad del otro, y lo usa sólo James Cameron que la levanta en pala. El resto hace la película de forma convencional y luego le agrega las cositas locas y berretas que salen volando de la pantalla. El gancho está en que ambos te cobran exactamente lo mismo.
 
Es por eso que les traigo, amigos y amigas, varios consejos y alternativas para evitar devolver los anteojos estereoscópicos a la salida del cine y, de esa manera, ganarle al salvaje sistema capitalista neoliberal que nos subyuga:

1. Tomar carrera para salir corriendo al grito de '¡Durmieron, putos!' y, acto seguido, estrellarse contra la figura de cartón a tamaño natural de Antonio Banderas.
2. Escribir con corrector blanco 'Ray-Ban' en un costado de los mismos y quejarse con gran animosidad de la cantidad de luz solar dentro de la sala.
3. Agregarle una gran nariz de cotillón, con su bigote y habano correspondientes, y hacer una mala imitación de Groucho Marx. No sirve de mucho pero lo convertiría en el alma de la fiesta.
4. Llevar una receta y mencionar que debe usar los lentes por prescripción del oftalmólogo.
5. Aducir ser testigo de Jehová y afirmar 'mi religión me prohíbe recibir transfusiones sanguíneas y devolver anteojos en los cines'. Si hay un abogado cerca, mejor.
6. Exclamar con jactancia que uno ya veía en tres dimensiones mucho antes de entrar al cine.
7. Camuflar las gafas en el balde de pochoclo o en su defecto en algún bulto, ya sea propio o ajeno. Esta opción no es muy higiénica que digamos.
8. Devolver el par utilizado y, sutilmente, sacar otro de la caja del acomodador. El resultado no varía.
9. Concurrir a una película que no sea en 3D.

Los anteojos, una vez fuera del recinto, poseen la misma utilidad que una bolsa llena de aserrín. Pero constituyen un trofeo de guerra para nuestra ultrajada billetera. O más o menos.

sábado, 15 de septiembre de 2012

Disculpe las molestias, estamos trabajando para usted

Posta que no se me ocurre nada decente que escribir, y tengo que estudiar como chango para el primer parcial, por lo que no he visto nada de nada para recomendar.

Igual, teniendo que en cuenta que este blog ostenta la friolera de 0 (cero) comentarios, no creo que importe demasiado. Lo único que puedo decirles es que me enteré de que van a hacer la remake de RoboCop y les ruego que, una vez que salga, no la vean. Es como si quisieran hacer un remake de King Kong.

La original tiene a Peter Weller y la escena esa en la que el tipo que mató a Murphy choca con el tanque de ácido, quedando igualito a Joseph Merrick.

sábado, 8 de septiembre de 2012

No bailo no, y que ni se te ocurra un canapé

Resulta que el otro día haciendo zapping enganché por la mitad Slumdog Millionaire (2008) y me volví a indignar igual que la primera vez que la ví, con ese estúpido y decepcionante final coreográfico. Quiero decir, es una buena película (no sé si tanto como para haberle dado ocho Óscars) pero ese desenlace lo lleva a uno a pensar que el director no sabía qué mierda hacer para terminarla y de esa manera pasar a cobrar por caja.

Es por eso que, en un rapto de creatividad, he decidido elegir seis escenas de bailongo que por otra parte sí me parecen dignas de haber sido filmadas. Lo que no implica que sean las más logradas, ya que existen otras escenas memorables, como la de Gene Kelly cantando bajo la lluvia o la de Fred Astaire bailando mejilla con mejilla, e incluso aquella toma de Grease (1978) que nos muestra a Travolta peinándose el jopo.  Pero no, porque soy reheavyrejodido y pongo éstas. Te cabió.

6- El baile fumón de The Breakfast Club (1985):

Un grupo de estereotipos de adolescente son castigados por absurdos motivos y obligados a pasar todo un sábado encerrados boludeando en el colegio. En el interín se suceden varias cosas que los llevan a conocerse más íntimamente y a sacar de quicio al prepotente del director.

En un momento dado, alguien pela una tuquita y les pega para el lado del baile, dando origen a esta desenfadada escena. Armate otro...

5- The Banana Boat Song en Beetlejuice (1988):

De la época en que Tim Burton hacía las cosas bien y aún no había conocido a su actor fetiche Jack Sparrow. Nuestro amigo fantasmón y bioexorcista Beetlejuice (un inspirado Michael Keaton) disfruta molestando a los nuevos propietarios de la casa y nos regala esta delirante escena, con camarones asesinos incluídos. Posiblemente el año que viene hagan la secuela con el reparto original y espero que no la embarren. Confío en tí, versión dark de Fito Páez.

4- La conga Hey Pachuco en The Mask (1994):

Un clásico de mi infancia. Pionera en el uso de efectos especiales y maquillaje, y con Jim Carrey en su mejor momento. Es el primer papel protagónico de la rubia Cameron Díaz y también posee otra gran escena musical, cuando Ipkiss enmascarado baila en la calle al ritmo de la rumba The Cuban Pete para escaparse de la policía y terminan todos los oficiales armando un alegre y jocoso trencito. Verdaderamente un genio.

3- El playback sin pantalones de Risky Business (1983):

La escena más famosa de esta película, en la que Tom Cruise danza en calzoncillos al son de "Old Time Rock N' Roll", fue totalmente improvisada. Le dijeron al chabón que bailara en el living y él hizo eso, bailar.

Cabe destacar que fue el debut de Paul Brickman como director y está considerada como la película que lanzó a la fama al petiso narigón de Tom, quien por aquel entonces tenía 22 pirulos (es decir que ya era un boludo grande), pero interpretaba a un adolescente de 17, debido a su estatura y su cara de pendejo.

Como toda escena famosa, ha sido parodiada quichicientas veces en series, publicidades y demás etcéteras. Recuerdo una legendaria interpretación de Alf, también hay una de Los Simpson y mi favorita, con Heidi Klum para Guitar Hero.


Incluso el cientólogo recientemente divorciado hizo su propia imitación para los premios Mtv, en la cual interviene su álter ego Les Grossman.

2- El striptease de 9½ Weeks (1986):

El mítico Joe Cocker musicaliza una de las escenas más sensuales del séptimo arte. Kim Basinger se convirtió en un ícono sexual en los 80' y 90' y, después de ver esta toma, uno se da cuenta por qué. Estaba más buena que comer pollo con la mano un domingo soleado al mediodía, viendo jugar al Barcelona y tomando fernet.

El film en cuestión fue un gran éxito de taquilla y dicen que durante el rodaje Mickey Rourke fumaba compulsivamente tantos puchos (los cuales apagaba en su propio pecho), que fue bautizado por su compañera de elenco como 'El cenicero humano'. Buen nombre para un superhéroe, diría yo. Lo voy a patentar.

1- El twist ganador en Pulp Fiction (1994):

Antes que nada, debo aclarar que soy bastante fan de Tarantino, el hombre con la pera más grande que Dady Brieva y uno de los directores más talentosos del panorama fílmico actual. Por lo tanto, no puedo ser muy imparcial que digamos (como si tal cosa fuese posible).

Demás está decir que el baile que les permite ganar el concurso a Vincent Vega y a Mia Wallace es un clásico entre los clásicos. Dicha escena estuvo a punto de ser suprimida porque Uma Thurman tuvo una crisis de ansiedad, ya que no creía que pudiese estar a la altura de John Travolta en cuanto a su habilidad para el baile. Sí, como no.

También ha sido parodiada hasta el cansancio (mío, sobre todo), e incluso Tinelli la usó este año como presentación de su programa junto a Florencia Peña. Ahora, yo me pregunto ¿era necesario?

sábado, 1 de septiembre de 2012

Scarecrow (1973)


Con: Al Pacino, Gene Hackman, Eileen Brennan, Dorothy Tristan y Richard Lynch.

Dirigida por: Jerry Schatzberg.

Genial, genial. Si desea conocer cómo eran esos locos y violentos años setentistas, es menester que vea esta película.

Hoy por hoy, Gene Hackman y Al Pacino se han convertido en dos viejos chotos (el primero se retiró y el segundo aparece cada tanto haciendo boludeces, como todo viejo choto) que tienen varios millones en el banco, pero hace cuarenta años eran dos manyines que tenían muy claro en qué consistía esto de la actuación. Y lo demostraban con creces.

Aunque el film padece muchas de las limitaciones técnicas de esa época y sigue un guión bastante errático, las interpretaciones de estos dos monstruos son increíbles y compensan las carencias.

Puntuación: Le pongo un kilo y dos pancitos.

sábado, 25 de agosto de 2012

Documentales re locos, o algo así

"El cine es un invento sin futuro" afirmaban los hermanos Lumière, al mismo tiempo que patentaban el cinematógrafo. Algo bastante contradictorio y digno de las profecías de Lilita Carrió, si quieren saber mi opinión. ¿Ah, no quieren? Bueno, entonces ya pueden ir desalojando la sala, por allí, sí. Muy bien, señora, cierre la puerta al salir por favor. Gracias.

Vale aclarar que el cine propiamente dicho llegó a este mundo un día 28 de diciembre de 1895, en París, con un pan bajo el brazo y en forma de documental. Es por eso que, para sacarle un poco de telarañas al género, me encomendé la cíclopea tarea de recomendar algunos films recientes que, me parece, valen la pena pispear. Ahí van...

In The Gutter (2008): Entretenido (y bastante explícito) documental sobre el humor escatológico en el cine, que va desde Los Tres Chiflados hasta Jackass pasando por Pink Flamingos, Animal House y American Pie. No apto para personas susceptibles y/o flojas de vientre debido a imágenes de archivo un tanto cochinas.

Lo mejor:  Las imágenes de archivo, las reacciones de la gente al ver 2Girls1Cup.

 No Impact Man (2009): Más cercana al reality show que al documental, esta película narra la experiencia de un periodista neoyorquino que decide vivir un año entero sin provocar ningún impacto sobre el ambiente. Al final medio que lo logra o no, no me acuerdo mucho. Lo que sí recuerdo es que se peleaba con la esposa. Y bueno, si quieren ver parejas felices todo el tiempo alquilen una de Disney.

 Lo mejor: No me acuerdo. Si la veo de vuelta le digo.

It Might Get Loud (2008): Acerca de tres guitarristas medio aleatorios como Jimmy Page, Jack White y The Edge. El último caga un poco todo, pero se puede ver igual.

Lo mejor: Who says you need to buy a guitar?

Pom Wonderful presents: The Greatest Movie Ever Sold (2011): Me reí bastante, para qué voy a negarlo. A nuestro amigo de bigote de herradura Morgan Spurlock se le ocurre hacer un film sobre product placement y marketing en el cine, pero totalmente financiado por marcas y empresas patrocinantes. El resultado es simplemente genial.

Lo mejor: el shampoo para caballos, las frases de Ralph Nader.

sábado, 18 de agosto de 2012

9 de cada 10 odontólogos lo recomiendan

Si hay algún oficio devaluado en estos tiempos (además del de periodista deportivo) es el de crítico de cine. Vale recordar que los críticos son aquellos seres humanos a los que se les paga para que, viéndose impedidos de cualquier talento y/o gracia, se dediquen a emitir juicios de valor sobre el trabajo de otros desde la perspectiva más cómoda posible: con el culo en el asiento y el pochoclo en la mano.

Hay algunos críticos famosos, sobre todo en países que tienen una gran industria cinematográfica como los yankies y los franceses. Paradójicamente en Argentina, un país sin una tradición cinéfila tan fuerte como los anteriores, hay cientos de críticos. Incluso creo que hay tantos teóricos del cine como psicólogos por estas tierras. Con eso le digo todo, señora.


Uno de ellos (por no decir el único) que goza de buena prensa es Roger Ebert, quien en 2002 fue diagnosticado con un cáncer de tiroides que se extendió a su lengua y mandíbula, por lo que perdió la capacidad del habla y le quedó una expresión facial horrible.

Existen también, aunque usted no lo crea de Ripley, críticos falsos o inventados. Entre los casos más conocidos se encuentra el de 'David Manning', seudónimo utilizado por un ejecutivo muy vendehumo de Sony contratado para escribir reseñas positivas sobre los estrenos de Columbia Pictures, subsidiaria de la empresa ponja antes mencionada.

Es decir, al tipo le pagaban para elogiar y llenar de adjetivos como 'impactante', 'sublime', 'conmovedora' a películas que eran una verdadera bosta de camello, para poder promocionarlas y vender entradas. Un periodista lo investigó, sumó dos más dos y lo denunció, generando un bochornoso escándalo en los estudios.

Finalmente, Sony consintió en pagar un reembolso de 5 dólares (o sea nada) a todo espectador que se hubiese fumado esas basofias, vanagloriadas por un personaje que aseguraba formar parte del diario The Ridgefield Press, pero que en realidad no existía.

Otro crítico ficticio y genial por antonomasia es el gran Jay Sherman, protagonista de la serie animada 'El Crítico' creada por Al Jean y Mike Reiss, dos de los mejores guionistas de Los Simpson. La serie se caracteriza por tener una aguda y corrosiva visión sobre Hollywood y el superficial mundo del espectáculo, con un arsenal de gags y parodias muy divertidas.        

Jay es un eterno loser, divorciado y con un hijo llamado Marty demasiado temeroso para seguir sus pasos. Su padre adoptivo, Franklin Sherman, es un desquiciado millonario que cada vez que aparece genera momentos delirantes. Es el mejor, lejos.

No escribo más de esta serie porque hay que verla. Aparte son pocos capítulos, 23, y se pasan volando. La pueden encontrar completa aquí.

domingo, 12 de agosto de 2012

Pensé que esto se sabía

Como todos ustedes saben, todos, sin excepción, vos también y sobre todo vos, esta última semana se anduvo por los pagos mendocinos el BAFICI, y trajo consigo una importante cantidad de películas independientes de muchos lugares del mundo.

Esto, sumado a que de hecho vi alguna que otra película, me hizo acordar a una cosa que quiero aclarar desde el año pasado:


Quizá sea muy pedestre de mi parte lo que voy a decir, pero para mí, PARA MÍ, las películas deben contener por lo menos alguno de estos tres elementos: historia, diálogos o actores.


Es así, espero que para el año que viene me hayan gestionado el temita.

sábado, 28 de julio de 2012

¡Santas trilogías, Batman!

Partiendo de la base de que la mayoría de los héroes de DC Cómics me parecen muy anticuados y francamente pelotudos, decidí escribir sobre las adaptaciones cinematográficas de su segundo personaje más popular, en este pasquín que hemos denominado Rueda de Ginebra.

Además, recién vengo de ver la última de la saga, así que estoy cebado.

Adaptaciones previas

Si bien existe un bizarro film basado en la serie de los años sesenta con Adam West, para hablar sobre la trayectoria formal del hombre murciélago en el cine es necesario remontarnos a 1989, con Burton a la cabeza. Él entendió mejor que nadie ese costado oscuro del personaje (sobretodo con el tono dado por Alan Moore en las viñetas)  y le otorgó su particular estilo autoral.

Esta versión tenía una gran influencia estética del expresionismo alemán fusionada con una explosión de color digna del cómic, creando un estilo identificable y que le sentaba bien a lo allí planteado.

Pudo inclusive mejorar todo eso con la secuela, en la que el Pingüino de Danny DeVito y la Gatúbela de látex ajustado interpretada por Michelle Pfeiffer ejercían como los villanos principales.

Desafortunadamente, a mediados de los noventa, llegó Joel Schumacher y se fue todo al carajo cuando le agregó los batipezones a los batipectorales de George Clooney. Encima impregnó de luces de neón, marquesinas y pintura fluorescente a toda Ciudad Gótica, que sería como empapelar con fotos del Chori Domínguez todo el barrio de La Boca y sus alrededores. Simplemente es algo que no se debe hacer.

Como si eso fuera poco, incluyó a Robin, el sidekick que desde su aparición ha dado lugar a una de las mayores cataratas de chistes sobre la relación con su mentor y su dudosa sexualidad de lustrador de sables.

Esto se dio básicamente porque los ejecutivos pensaron que Batman Returns (1992) había sido muy oscura para ser vista por el público infantil, y simplemente rajaron a patadas a Burton para ceder la dirección a este otro monigote.

Batman Begins (2005)

Recién en 2005, y después de largas negociaciones por los derechos sobre el personaje, la empresa de los hermanos Warner contrató a Nolan y le enchufó el guión de lo que sería Batman Begins. El director inglés lo reescribió en su garage junto a su hermano y su habitual colaborador Goyer, imprimiéndole más realismo y aggiornando la trama con los tintes psicológicos frecuentes en su filmografía.


La película está centrada casi totalmente en la reinvención de la figura de Bruce Wayne y su camino para convertirse en Batman, haciendo que los tres villanos (Ra's al Ghul, El Espantapájaros y el mafioso Falcone) queden de relleno y se noten forzados, casi rídiculos metidos allí de prepo. Si bien Nolan dirigió las escenas de acción medio a la bartola, ya que parecían no tener nunca un rumbo fijo, todo lo demás garpa y mucho.

Debe tenerse en cuenta que no es casual que esta cinta haya sido estrenada cuatro años despúes de los atentados a las Torres Gemelas y que, a su vez, haya tenido tanto éxito comercial y de crítica. La verdad es que la gente necesitaba la presencia de algún héroe en ese momento, aunque fuese un actor tan desabrido como Christian Bale.

The Dark Knight (2008)

Esta forma parte del selecto grupo de películas (junto a la secuela del Padrino y un puñado más) que derriban el mito de que segundas partes nunca fueron buenas. Volvieron todos los actores (menos Katie Holmes por problemas de agenda) y para el Guasón se eligió al ya finado Heath Ledger, cuando en aquel entonces nadie daba ni dos mangos por él y las hordas de nerds se fastidiaban. Obviamente hasta que apareció con su cara pintarrajeada, hizo su truco de magia y se ganó un lugar en la historia del cine.

En esta exitosísima entrega se corrigen la mayoría de los errores que comenté sobre la primera, empezando por reducir el número de antagonistas a uno solo y con mayor protagonismo. Sí, ya sé que también estaba Harvey Dent, pero a nadie le importa realmente. Otra cosa que se solucionó fueron las escenas de acción, mucho mejor construídas y más aparatosas. Es considerada por muchos (yo incluído) como una obra maestra del género. Chupate esa mandarina.

The Dark Knight Rises (2012)

El cierre, la culminación, el clímax. El tercer acto (situado ocho años después) retoma la dicotomía Bruce/Batman, esta vez con las intervenciones de un esmerado Tom Hardy como Bane y de mi amor platónico Anne Hathaway, que actúa muy mal pero es hermosa.

Si bien le faltó un poco de nafta y no supera ni en pedo a su antecesora, es un buen desenlace para esta tríada fílmica.

Debido a la tremenda calidad del anterior, este film generó altísimos niveles de ansiedad y una expectativa del carajo, demasiada diría yo. Sobretodo considerando que un loco hijo de puta disparó a mansalva matando a doce personas e hiriendo a otras tantas en el estreno en Denver. Un hecho inexplicable que conmocionó a todo el mundo y reabrió el debate sobre la tenencia de armas en Yanquilandia.

La forma en que los medios de comunicación trataron esto me dio por el centro de las pelotas, siempre comparando al asesino con alguno de los malos de la película y diciendo que 'no saludaba a los vecinos'. Una vergüenza.


En conclusión

Nolan se caga en los clichés y convenciones del género y utiliza al Caballero Oscuro para ejercer una crítica social y, en especial, para ahondar de forma creíble en temas como el terror, la locura, la anarquía, el poder y la justicia. Sí, todo eso acompañado de la excelente e inigualable banda sonora del maestro Hans Zimmer. Qué se le va a hacer, es así.


Por otro lado, yo pienso que Batman es el único héroe que se puede llevar al cine desde esta perspectiva hiperrealista y transgresora, debido a una simple y contundente razón: el tipo no tiene superpoderes. O mejor dicho, no tiene habilidades sobrenaturales que lo caractericen, pero es multimillonario, sabe todas las artes marciales y es extremadamente inteligente. Casi, casi que se basaron en mí.

Incluso las adaptaciones de su competidor Marvel no han sido desarrolladas desde ese punto de vista, sino que se han mantenido fieles a la estética del cómic, con mucha parafernalia y diálogos chistosos que tranquilamente podrían haber sido escritos por los guionistas de cualquier sitcom.


Así que de ahora en más, todos aquellos que encaren historias con otros Batmanes serán enanos sentados a los hombros del gigante Nolan. He dicho.

martes, 24 de julio de 2012

Celda 211 (2009)


Con: Alberto Ammann, Luis Tosar, Carlos Bardem, Antonio Resines, Manuel Morón, Vicente Romero, Marta Etura y Luis Zahera.

Dirigida por: Daniel Monzón.

Bien, funciona. Salvo que se recontra nota que el protagonista es argentino y trata de hacerse el gallego imitando el acento todo lo que dura la película. Por lo demás, veanlá.

Luis Tosar (el pelado de enormes cejas del afiche) es un genio y se merece el Goya que le dieron.

Reiting: 7.5 (sietepuntocinco) de 10 (diez) asteroides (asteroides).