sábado, 18 de agosto de 2012

9 de cada 10 odontólogos lo recomiendan

Si hay algún oficio devaluado en estos tiempos (además del de periodista deportivo) es el de crítico de cine. Vale recordar que los críticos son aquellos seres humanos a los que se les paga para que, viéndose impedidos de cualquier talento y/o gracia, se dediquen a emitir juicios de valor sobre el trabajo de otros desde la perspectiva más cómoda posible: con el culo en el asiento y el pochoclo en la mano.

Hay algunos críticos famosos, sobre todo en países que tienen una gran industria cinematográfica como los yankies y los franceses. Paradójicamente en Argentina, un país sin una tradición cinéfila tan fuerte como los anteriores, hay cientos de críticos. Incluso creo que hay tantos teóricos del cine como psicólogos por estas tierras. Con eso le digo todo, señora.


Uno de ellos (por no decir el único) que goza de buena prensa es Roger Ebert, quien en 2002 fue diagnosticado con un cáncer de tiroides que se extendió a su lengua y mandíbula, por lo que perdió la capacidad del habla y le quedó una expresión facial horrible.

Existen también, aunque usted no lo crea de Ripley, críticos falsos o inventados. Entre los casos más conocidos se encuentra el de 'David Manning', seudónimo utilizado por un ejecutivo muy vendehumo de Sony contratado para escribir reseñas positivas sobre los estrenos de Columbia Pictures, subsidiaria de la empresa ponja antes mencionada.

Es decir, al tipo le pagaban para elogiar y llenar de adjetivos como 'impactante', 'sublime', 'conmovedora' a películas que eran una verdadera bosta de camello, para poder promocionarlas y vender entradas. Un periodista lo investigó, sumó dos más dos y lo denunció, generando un bochornoso escándalo en los estudios.

Finalmente, Sony consintió en pagar un reembolso de 5 dólares (o sea nada) a todo espectador que se hubiese fumado esas basofias, vanagloriadas por un personaje que aseguraba formar parte del diario The Ridgefield Press, pero que en realidad no existía.

Otro crítico ficticio y genial por antonomasia es el gran Jay Sherman, protagonista de la serie animada 'El Crítico' creada por Al Jean y Mike Reiss, dos de los mejores guionistas de Los Simpson. La serie se caracteriza por tener una aguda y corrosiva visión sobre Hollywood y el superficial mundo del espectáculo, con un arsenal de gags y parodias muy divertidas.        

Jay es un eterno loser, divorciado y con un hijo llamado Marty demasiado temeroso para seguir sus pasos. Su padre adoptivo, Franklin Sherman, es un desquiciado millonario que cada vez que aparece genera momentos delirantes. Es el mejor, lejos.

No escribo más de esta serie porque hay que verla. Aparte son pocos capítulos, 23, y se pasan volando. La pueden encontrar completa aquí.

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