sábado, 29 de junio de 2013

Encerar, pulir

No tengo palabras para describir lo que sucede en mi organización psicofísica en este momento, me tiemblan las manos. Mi existencia se enriqueció a niveles que yo creía imposibles. El cerebro se me está licuando de placer (?

El tema se llama "Sweep the Leg" y la banda se llama "No More Kings", y se va a convertir en la respuesta cada vez que alguien me pregunte acerca de mi banda preferida, si bien no me interesa un pepino su música de estribillos pegadizos. Este videoclip fue dirigido por William Zabka, su protagonista, y es por mucho, lo mejor que van a ver frente a sus ojos. Es Johnny "El mejor personaje en la historia del cine" Lawrence.

TIENE EL CAST ORIGINAL, EL MADITO CAST ORIGINAL. ESTÁN TODOS, HASTA EL MALDITO RÉFERI. PONGAN PLAY, ¡¿EN QUÉ IDIOMA TENGO QUE DECIRLO?!

Lo único que lo aleja de la perfección y de ser lo mejor que experimentarán en su vida, es la ausencia del crack Noriyuki "Pat" Morita, a quien se lo dedico porque hubiera cumplido 81 años el día de ayer y que, de salir aquí, habría bastado para redondear un segmento de imágenes y sonido que está muy cerca de convertirse en lo que muchos conocemos como "Nirvana".Quien haya puesto el dinero para hacer este videoclip se merece que la humanidad toda haga una fila para practicarle una fellatio.

Me fui un poco al joraca, pero no importa. Podría quedarme horas y horas escribiendo a este respecto. Ahora, si me disculpan, tengo que ir a verlo ochocientas veces más. Más les vale dejar comentarios que empiecen con la frase: "Esto es lo mejor que vi en mi puta vida" o "Put him in a body bag, Johnny!".

 

Sayonara, Daniel San.

sábado, 22 de junio de 2013

¡Sábados de Superacción!

Oh sí, fin de semana otra vez. Drogas, alcohol, mujeres ligeras de cascos y mucho descontrol. O quedarse en casita solo, triste, aburrido, viendo capítulos viejos de Pokémon y escuchando Foo Fighters. Cualquiera sea la opción que elijan (son las dos únicas que existen) siempre hay tiempo para ver una peliculita, pero una de esas de acción desenfrenada, para que no decaiga, sobretodo si por esas casualidades vieron justo los capítulos en los que Pikachu enfrenta su adicción a las berries verdes o en el cual abandonan a Charmander en una cueva, que son tan tristes y generan traumas severos.

Les propongo tres opciones medio vetustas para todos los gustos (los gustos que son afines a la acción y las muertes violentas, si te gusta la comedia romántica, volá de acá) así que a disfrutar del fin de semana con tiros, sangre, vísceras y zanahorias.

Shoot 'Em Up (2007). Es, en pocas palabras, una orgía de tiroteos, mezclada con mucho humor y Mónica BellucciCon eso la vendí re bien, tengo todas las ganas de volverla a ver ya mismo, pero la voy a elaborar un poco (lo que significa que voy a traducir la trama de IMDb). El señor Smith es un sicario, o policía, o agente secreto, no me acuerdo bien, que trae un bebé al mundo en el medio de un tiroteo. El resto de la película se lo pasa comiendo zanahorias o utilizándolas como armas para detener a una horda de asesinos que por alguna razón desean deshacerse del niño.

Es más que nada una comedia, tremendamente efectiva y muy disparatada, que además de los pomelos de la figura femenina cuenta con la actuación de Paul Giamatti en un papel que no recuerdo en lo más mínimo pero que debe ser bueno como casi todo lo que hace este pelado energúmeno. El papel principal está a cargo de Clive Owen, que hace rato no pega un buen papel y éste no es la excepción.

Comida ideal para acompañarla: Es claramente una película de cangreburguers con papas fritas, la cerveza es opcional pero muy recomendable.

Crank (2007). Cuenta las desventuras de Chev Chelios, un mafioso que un buen día se despierta con un veneno muy raro en su organismo y un DVD en el que se lee "Fuck You". Desde ese momento tiene que mantener alto su nivel de adrenalina si quiere sobrevivir.
Hay muchas cosas fantásticas para destacar, a saber:

-La presencia del pelado Jason Statham, que es la versión de Bruce Willis 2.0 con 6 megas de conexión y llamadas gratuitas ilimitadas.
-El sentido del humor retorcido y el ritmo frenético que se mantienen en por lo menos 80 de los 93 minutos que dura la cinta.
-El hecho de que estén haciendo una tercera continuación, tan delirante como ésta y la secuela de 2009.

-Amy Smart.
Cuatro cosas ya son muchas para mí. La cuestión es que si quieren reirse un rato sin pensar mucho, ésta es la película para ver. Y la escena del Barrio Chino es demasiado extraña como para perdérsela.
Comida ideal para acompañarla: Cualquier cosa que tenga pocas posibilidades de quedarse atragantada en la garganta (pescado con espinas está totalmente descartado).

Taken 2 (2012). Básicamente un calco de la anterior película. Con la única diferencia que se les pudo ocurrir a los guionistas: que en lugar de secuestrarle a la hija, le arrebaten a la esposa y después lo agarren a él. Los malos son los padres o los abuelos de los de la primera, así que es más de lo mismo. Es curioso lo de Liam Neeson, un actor irlandés que empezó en obras de teatro shakespeareanas y películas serias como Shindler's List (1993), que luego se hizo más conocido por Star Wars (1999-2005) y hoy, en su viejitud, empezó a hacer papeles del héroe que salva el día y tira frases hechas mientras todo explota y llueven balazos. Hizo todo al vesre el tipo, qué lo parió.
Comida ideal para acompañarla: Cualquier cosa que no nos recuerde que la nena o la patrona andan solas por Barcelona o Estambul y que no llaman hace tres días. Un pedazo de entraña con chimichurri, por ejemplo.

sábado, 15 de junio de 2013

Les quatre cents coups (1959)


Con: Jean-Pierre Léaud, Patrick Auffay, Albert Rémy, Claire Maurier, Guy Decomble y Georges Flamant.

Dirigida por: François Truffaut.

Truffaut y sus colegas franchutes de la nouvelle vague vinieron a patear el tablero del cine acartonado de los '50 y nosotros se lo agradecemos con clamor. Se nota que el tipo estaba adelantado, con esto no quiero decir que volvía del offside y que el juez de línea no había levantado el banderín para avisarle al árbitro, sino que tenía una visión muy fresca y descontracturada del cine para su época.

Luego de su debut aquí, Jean-Pierre Léaud se convertiría en el álter ego cinematográfico de Truffaut durante casi veinte primaveras. Genial actuación del pibe, quien recibió estoicamente una buena tanda de cachetazos como los que le daba Arnaldo André a Luisa Kuliok en aquella olvidable novela.

Los demás acompañan bien, pero teniendo en cuenta que el pibe éste no tenía ninguna experiencia actoral previa, es algo notable la verdad.

Le aseguro que la va a disfrutar. A menos que usted sea Don Fulgencio o el personaje ese de Brad Pitt que nacía como un viejo de 80 años.

Le pongo miles de asteroides.

domingo, 9 de junio de 2013

¡Al final, la vida sigue igual!

Borges decía que los cuentos con finales sorpresivos eran sólo efectivos para una lectura. Seguramente esta oración, salida de su boca, sonaría algo así como: "Bueno, los cuentos con finales, bueno, sorpresivos, bueno, sólo sirven para, usted sabe Soler Serrano, una lectura. Laberintos, espejos, puñales, tigres, sueños, acertijos".

Yo creo que exageraba, o que por lo menos ignoraba que él mismo utiliza este procedimiento muchas veces en cuentos fantásticos que se pueden volver a leer una y otra vez. Como ese de la vieja que sangraba verde. A menos que ese sea de Isabel Allende y esté malo la primera y la quinta lectura.


Esta larga y ciertamente confusa introducción es para demostrar que los finales son importantes, y que a veces, si son particularmente malos, eliminan lo bueno de toda una historia. Seguramente mucha gente piensa que exagero, pero no es así, piensen, si Citizen Kane (1941) hubiera terminado explicando que Rosebud era una mina o un pony, ponele, toda la película se iba al carajo.

Así que he aquí una lista de los peores finales que recuerdo de toda la historia del cine (o sea de las películas que vi y me vienen a la mente en este preciso instante). Para no arruinarles la hermosa experiencia del cine, porque la gente es medio suceptible, voy a comparar el final a diversos dolores físicos.

Taken (2008): Tras una excelente película de acción y tiros, llega un final que por su estupidez podría haber sido pensado por un grupo de alumnos de segundo grado adictos al pegamento.
¿Qué sería de ser un dolor físico?: Dedo del pie estampado contra la pata de la mesa de luz a las tres de la matina. O sea, duele mucho y nos recuerda que somos seres incompletos.

The Butterfly Effect (2004): Sospecho que los guionistas esperaban que el final sea emotivo y algo triste, pero en realidad es como que nos deja un poquito confundidos y bastante enojados contra la raza humana toda. El alternativo por lo menos es gracioso, porque, vamos, un bebé suicida ya es cosa de mentes retorcidas.
¿Qué sería de ser un dolor físico?: Dolor de cabeza producto de una resaca que nos deja pensando algo como: ¡esto anoche parecía una buena idea! Se va con un par de aspirinas, o Migral compuesto.

The Godfather: Part III (1990): Seguro que Coppola pensó "Esto va a darle un cierre de la gran siete a toda la trilogía", pero si tomamos en cuenta la actuación de su hija en esa película, nos damos cuenta de que no estaba en su mejor momento. O sea, para pensar cosas.
¿Qué sería de ser un dolor físico?: Dolor estomacal que casi nos lleva al llanto. Nos hace pensar en todas nuestras actividades de los últimos cinco días para descubrir su procedencia. Resulta que era una hamburguesa mal cocida y nos quedamos perplejos porque esperabamos más, mucho más de semejante dolor.

Titanic (1997): Sólo una cosa, ¿cómo es que la muy forra de Kate Winslet sobrevive en ese pedazo de madera de utilería?
¿Qué sería de ser un dolor físico?: Nada de mucha importancia, quizá un leve dolor de muelas. Como la película toda.

No Country For Old Men (2007): OK, entiendo la manía de los finales abiertos y eso. Pero hay una manera amable de hacerlo, como Jarmush en Broken Flowers (2005), y una mala, como los forros de los Cohen en este film.
¿Qué sería de ser un dolor físico? Sería como esos días en los que uno siente que se está engripando pero no, o que tiene como una pre-jaqueca pero no. Y resulta que era un aneurisma cerebral.

Bananas (1971): Supongo que en los '70s las comedias tenían que tener un final producto del ácido lisérgico, pero esta se pasa. Woody se comió el viaje de su vida y los que tienen que pagar los platos rotos somos nosotros, los niños.
¿Qué sería de ser un dolor físico?: Un calambre en el abductor.

The Matrix Revolutions (2003): Al fin llegó de Hollywood lo que todos esperábamos: un final que no sólo diga "me cago en los espectadores y en todas las pistas copadas o ridículas que di en las otras dos partes de la trilogía", sino que agregue, con algo de sorna "aparte Trinity era un travesaño".
¿Qué sería de ser un dolor físico?: Balazo en el estómago. En alguna película vi que agonizás por veinte minutos y después te morís. En este caso serían algunos minutitos de agonía y después olvidarse enteramente de la película.

sábado, 1 de junio de 2013

Fuera de foco: Jesse Heiman


Dudo mucho que cuando Hitchcock inauguró la manía esa de aparecer un par de segundos como un simple observador fuera de escena en cada una de las películas que dirigía, haya pensado que Jesse Heiman continuaría con el extraño pero aparentemente redituable legado de figurar en un par de fotogramas de la pantalla sin emitir bocado alguno ni aparecer en los créditos finales.

Quiero dejar en claro que no conocía el nombre de este gordo nerd hasta el momento de escribir el post. Como muchas veces pasa con estos actores, a uno le resulta familiar su cara pero no sabe de dónde. La cuestión es que había visto a Jesse en varias películas y en algún que otro videoclip de bandas poperas para púberes con las hormonas a todo lo que da. Hablando de hormonas y esas cosas, este ñato pisa ya sus treinta y cinco pirulos pero pareciera que está escrito en piedra hollywoodense que su destino es ser el extra adolescente rellenito que usa anteojos culo de botella y tiene más pornocos que un choclo con cero implicancia en la trama.

Al fin y al cabo convengamos que ningún extra por más veces que haga acto de presencia tiene demasiada relevancia en el arco argumental de una película. A menos que sea un film sobre extras o estemos frente a un bodrio de proporciones bíblicas y al ser víctimas de un aburrimiento irreversible nos interese más saber quién es aquel que pasó comiendo papas fritas al lado de Brad y Angelina. O algo así.

Desde su prometedor inicio (?) en la secuela de American Pie, Heiman ha hecho bolos en cuanta serie y película le han ofrecido, casi siempre en roles similares. Hasta se chapó a Bar Refaeli en una publicidad. Genio de la vida.

Momento cinematográfico por el cual lo recordaré siempre: Ninguno.