sábado, 25 de agosto de 2012

Documentales re locos, o algo así

"El cine es un invento sin futuro" afirmaban los hermanos Lumière, al mismo tiempo que patentaban el cinematógrafo. Algo bastante contradictorio y digno de las profecías de Lilita Carrió, si quieren saber mi opinión. ¿Ah, no quieren? Bueno, entonces ya pueden ir desalojando la sala, por allí, sí. Muy bien, señora, cierre la puerta al salir por favor. Gracias.

Vale aclarar que el cine propiamente dicho llegó a este mundo un día 28 de diciembre de 1895, en París, con un pan bajo el brazo y en forma de documental. Es por eso que, para sacarle un poco de telarañas al género, me encomendé la cíclopea tarea de recomendar algunos films recientes que, me parece, valen la pena pispear. Ahí van...

In The Gutter (2008): Entretenido (y bastante explícito) documental sobre el humor escatológico en el cine, que va desde Los Tres Chiflados hasta Jackass pasando por Pink Flamingos, Animal House y American Pie. No apto para personas susceptibles y/o flojas de vientre debido a imágenes de archivo un tanto cochinas.

Lo mejor:  Las imágenes de archivo, las reacciones de la gente al ver 2Girls1Cup.

 No Impact Man (2009): Más cercana al reality show que al documental, esta película narra la experiencia de un periodista neoyorquino que decide vivir un año entero sin provocar ningún impacto sobre el ambiente. Al final medio que lo logra o no, no me acuerdo mucho. Lo que sí recuerdo es que se peleaba con la esposa. Y bueno, si quieren ver parejas felices todo el tiempo alquilen una de Disney.

 Lo mejor: No me acuerdo. Si la veo de vuelta le digo.

It Might Get Loud (2008): Acerca de tres guitarristas medio aleatorios como Jimmy Page, Jack White y The Edge. El último caga un poco todo, pero se puede ver igual.

Lo mejor: Who says you need to buy a guitar?

Pom Wonderful presents: The Greatest Movie Ever Sold (2011): Me reí bastante, para qué voy a negarlo. A nuestro amigo de bigote de herradura Morgan Spurlock se le ocurre hacer un film sobre product placement y marketing en el cine, pero totalmente financiado por marcas y empresas patrocinantes. El resultado es simplemente genial.

Lo mejor: el shampoo para caballos, las frases de Ralph Nader.

sábado, 18 de agosto de 2012

9 de cada 10 odontólogos lo recomiendan

Si hay algún oficio devaluado en estos tiempos (además del de periodista deportivo) es el de crítico de cine. Vale recordar que los críticos son aquellos seres humanos a los que se les paga para que, viéndose impedidos de cualquier talento y/o gracia, se dediquen a emitir juicios de valor sobre el trabajo de otros desde la perspectiva más cómoda posible: con el culo en el asiento y el pochoclo en la mano.

Hay algunos críticos famosos, sobre todo en países que tienen una gran industria cinematográfica como los yankies y los franceses. Paradójicamente en Argentina, un país sin una tradición cinéfila tan fuerte como los anteriores, hay cientos de críticos. Incluso creo que hay tantos teóricos del cine como psicólogos por estas tierras. Con eso le digo todo, señora.


Uno de ellos (por no decir el único) que goza de buena prensa es Roger Ebert, quien en 2002 fue diagnosticado con un cáncer de tiroides que se extendió a su lengua y mandíbula, por lo que perdió la capacidad del habla y le quedó una expresión facial horrible.

Existen también, aunque usted no lo crea de Ripley, críticos falsos o inventados. Entre los casos más conocidos se encuentra el de 'David Manning', seudónimo utilizado por un ejecutivo muy vendehumo de Sony contratado para escribir reseñas positivas sobre los estrenos de Columbia Pictures, subsidiaria de la empresa ponja antes mencionada.

Es decir, al tipo le pagaban para elogiar y llenar de adjetivos como 'impactante', 'sublime', 'conmovedora' a películas que eran una verdadera bosta de camello, para poder promocionarlas y vender entradas. Un periodista lo investigó, sumó dos más dos y lo denunció, generando un bochornoso escándalo en los estudios.

Finalmente, Sony consintió en pagar un reembolso de 5 dólares (o sea nada) a todo espectador que se hubiese fumado esas basofias, vanagloriadas por un personaje que aseguraba formar parte del diario The Ridgefield Press, pero que en realidad no existía.

Otro crítico ficticio y genial por antonomasia es el gran Jay Sherman, protagonista de la serie animada 'El Crítico' creada por Al Jean y Mike Reiss, dos de los mejores guionistas de Los Simpson. La serie se caracteriza por tener una aguda y corrosiva visión sobre Hollywood y el superficial mundo del espectáculo, con un arsenal de gags y parodias muy divertidas.        

Jay es un eterno loser, divorciado y con un hijo llamado Marty demasiado temeroso para seguir sus pasos. Su padre adoptivo, Franklin Sherman, es un desquiciado millonario que cada vez que aparece genera momentos delirantes. Es el mejor, lejos.

No escribo más de esta serie porque hay que verla. Aparte son pocos capítulos, 23, y se pasan volando. La pueden encontrar completa aquí.

domingo, 12 de agosto de 2012

Pensé que esto se sabía

Como todos ustedes saben, todos, sin excepción, vos también y sobre todo vos, esta última semana se anduvo por los pagos mendocinos el BAFICI, y trajo consigo una importante cantidad de películas independientes de muchos lugares del mundo.

Esto, sumado a que de hecho vi alguna que otra película, me hizo acordar a una cosa que quiero aclarar desde el año pasado:


Quizá sea muy pedestre de mi parte lo que voy a decir, pero para mí, PARA MÍ, las películas deben contener por lo menos alguno de estos tres elementos: historia, diálogos o actores.


Es así, espero que para el año que viene me hayan gestionado el temita.