sábado, 1 de junio de 2013

Fuera de foco: Jesse Heiman


Dudo mucho que cuando Hitchcock inauguró la manía esa de aparecer un par de segundos como un simple observador fuera de escena en cada una de las películas que dirigía, haya pensado que Jesse Heiman continuaría con el extraño pero aparentemente redituable legado de figurar en un par de fotogramas de la pantalla sin emitir bocado alguno ni aparecer en los créditos finales.

Quiero dejar en claro que no conocía el nombre de este gordo nerd hasta el momento de escribir el post. Como muchas veces pasa con estos actores, a uno le resulta familiar su cara pero no sabe de dónde. La cuestión es que había visto a Jesse en varias películas y en algún que otro videoclip de bandas poperas para púberes con las hormonas a todo lo que da. Hablando de hormonas y esas cosas, este ñato pisa ya sus treinta y cinco pirulos pero pareciera que está escrito en piedra hollywoodense que su destino es ser el extra adolescente rellenito que usa anteojos culo de botella y tiene más pornocos que un choclo con cero implicancia en la trama.

Al fin y al cabo convengamos que ningún extra por más veces que haga acto de presencia tiene demasiada relevancia en el arco argumental de una película. A menos que sea un film sobre extras o estemos frente a un bodrio de proporciones bíblicas y al ser víctimas de un aburrimiento irreversible nos interese más saber quién es aquel que pasó comiendo papas fritas al lado de Brad y Angelina. O algo así.

Desde su prometedor inicio (?) en la secuela de American Pie, Heiman ha hecho bolos en cuanta serie y película le han ofrecido, casi siempre en roles similares. Hasta se chapó a Bar Refaeli en una publicidad. Genio de la vida.

Momento cinematográfico por el cual lo recordaré siempre: Ninguno.

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