sábado, 9 de febrero de 2013

Fuera de foco: Steve Buscemi

Si uno agarrara un diccionario u enciclopedia cualquiera y recorriera con la vista y el dedo índice la página de la letra A para buscar el significado de actor secundario, lo más probable es que apareciese el rostro de Steve Buscemi. ¡Y qué rostro, señores!

Este hombre ha actuado en más de cien películas, dirigido cuatro largometrajes, un corto y varios capítulos de series exitosas, lo que conlleva a preguntarse: ¿tiene tiempo para almorzar o para luego ir al baño a hacer sus deposiciones? ¿Steve Buscemi coge? Estoy seguro de que lo hace mucho más seguido que yo (¿eso lo pensé o lo escribí?).

Además, Buscemi no le hace asco a nada. Puede hacer de linyera medio colifa en una de Adam Sandler o ser un duro político mafioso de los años veinte en una serie de Scorsese, puede ser el criminal primo de Tony Soprano o figurar en alguna superproducción de Michael Bay.

Sin embargo, es principalmente conocido por sus memorables actuaciones en los films de los hermanos Coen y de nuestro amigo Quentin Tarantino.

Junto a su frenética forma de hablar con esa voz tan característica, otro de sus puntos fuertes es morirse. Vendría a ser algo así como el Beto Quantró de la industria cinematográfica. Cuando uno lo ve aparecer en pantalla, sabe que eventualmente va a pasar algo y se va a morir.

Ya sea por disparos a sangre fría en la cara y/o cráneo, pulverizado en una trituradora de madera o simplemente a los cuchillazos, el factor común siempre es la violencia. Lo cual es lógico, ya que si feneciera de muerte natural en cada película, éstas durarían varias horas y el efecto dramático sería considerablemente menor.

Tiene la capacidad de dar vida a personajes realmente patéticos, pero que en general resultan queribles y siempre nos sacan alguna que otra sonrisa. Como muchos otros actores de reparto (Seymour Hoffman, Giamatti, etc), ha conseguido grandes papeles protagónicos que lo hicieron más conocido para la gilada y pudieron explotar sus interpretaciones.

Momento cinematográfico por el cual lo recordaré siempre: Tiene muchísimos, pero yo me quedo con el bautismo de Mr. Pink en Reservoir Dogs (1992). Because you're a faggot, alright!

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