sábado, 9 de noviembre de 2013

Mumblecore, o cómo hacer películas con el vuelto de los mandados

No estoy muy seguro sobre cómo describir este subgénero cinematográfico por dos razones. La primera es que sólo he visto tres películas pertenecientes a dicha corriente y la segunda es que sólo me acuerdo de las dos últimas. Lo peor es que creo que la que no recuerdo me había gustado, pero todos dicen que es malísima. En IMDb tiene un quizás poco menos que mediocre 6.3, por lo que podría ser tanto buena como mala. Además, las tres fueron escritas, producidas y dirigidas por los mismos delincuentes: Jay y Mark Duplass.

Y no, no son parientes de Nancy, la jermu de Echarri, jejeje (a veces, cuando hago estos chistes me doy cuenta de que me merezco algunas cosas que me pasan) sino que son dos actores, escritores y directores de cine independiente que siempre trabajan juntos y tocan fibras muy particulares en sus guiones. La cuestión es que su cine se caracteriza por unos elementos muy puntuales: bajo presupuesto, actores amateurs (aunque también usan actores más 'comerciales'), diálogos muy naturalistas e improvisaciones y tramas que se agarran de la baranda de lo absurdo con mucha facilidad y humor.

Uno se da cuenta al toque del contenido autobiográfico de sus films, en los cuales siempre aparecen dos hermanos, uno de los cuales está casado pero se lleva para el tujes con la mujer y el otro es un muchacho bastante pelotudo que aún vive con su madre y se rasca a cuatro manos.

Sus historias parten de un disparador muy simple, casi trillado, que a medida que transcurre la historia va creciendo y los personajes desarrolándose hasta un punto en el que uno se pregunta ¿no podría estar viendo otra cosa?


Cyrus (2010): Esta la vi hace bocha, pero me acuerdo que el personaje de Jonah Hill era un chabón re bipolar, esquizo o algo así que le hacía la vida imposible a John C. Reilly (que, dicho sea de paso aparecía en la primer escena acogotándose la gallina). Marisa Tomei es una MILF con todas las letras y eso es todo lo que puedo decir al respecto.




Jeff, Who Lives At Home (2011): De las tres opciones, quizás sea la más accesible y también la que más me gustó. Probablemente una cosa es consecuencia de la otra, no importa. Dos hermanos bastante boludones (la parte más autorreferencial de estos directores) se encuentran después de mucho tiempo distanciados, pero casi de casualidad, ya que uno de ellos es incapaz de hacer algo tan elemental como comprar pegamento y terminan envueltos en situaciones impensadas que les cambian la vida, les cambian. 



The Do-Deca-Pentathlon (2012): Filmada en 2008, es el film que refleja con mayor claridad este estilo y nos pinta una ridícula competencia infantil entre dos hermanos muy boludones (¿esto no lo ví antes?) que se encuentran en el cumpleaños de uno de ellos y deciden reavivar dicho desafío. Se trata de una serie de condiciones que estipulan que quien cumpla la mayor cantidad sobre los 25 ítems de la lista, sería declarado oficialmente el mejor hermano del mundo. Así como la conté parece una mierda, y tal vez lo sea, pero le propongo verla citando a la filósofa Jelinek: "Lo dejo a tu criterio".


En conclusión, se trata principalmente de un estilo bastante pedorro pero que trata de dejar un mensaje, por más infantil parezca. No pagaría una entrada para ver esto en una sala de cine ni en pedo, pero que es una opción viable para enganchar en el cable en esos días cuando uno no tiene ganas de clavarse un tanque hollywoodense o fumarse algún bodrio europeo, o se acabaron los estrenos copados. Qué sé yo.

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