sábado, 24 de agosto de 2013

Visioneers (2008)


Con: Zach Galifianakis, Judy Greer, Mía Maestro, Missi Pyle, James LeGros, Matthew Glave, Chris Coppola, Fay Masterson y D. W. Moffett.


Director: Jared Drake.


Otra recomendación, pero a ver si ven alguna, vieja, porque resulta que me la paso recomendando y recomendando y nunca nadie dice: "Vi la película que dijiste que estaba buena y de hecho estaba buena. Sos un maestro, seguí así, barrilete cósmico" o "Tus críticas tienen menos punch que Scioli y me parecés un forro". O cosas por el estilo.

Pero volviendo al film propiamente dicho, se trata de una típica película de I.Sat. ¿Que en qué me baso para decir eso? Bueno, básicamente en que la vi en ese canal y que si alguna vez ojearon algo de allí, se habrán dado cuenta de que no transmiten las películas más convencionales del mundo, pero ese no es mi problema. Tampoco creo explayarme mucho, es un canal que hay que ver y listo.

En un futuro cercano (angustiosamente parecido al presente) las personas no tienen permitido soñar ni a aspirar a nada en la vida, y si lo hacen explotan. Nuestro amigo George Washington Winsterhammerman (nombre ridículo pero adrede) trabaja para la empresa que controla a todo el planeta, llamada Jeffers y cuyo logo es un fuck you gigante que usan todos para saludarse.


Entonces les dan órdenes cada cinco minutos por un altoparlante que habla como la HAL 9000 y que los obliga a ser productivos todo el tiempo, haciendo que uno comprenda el por qué de las combustiones humanas espontáneas (que, por cierto, no muestran nunca en la película debido al presupuesto independiente, supongo). Así que comienza a gestarse lo inevitable: el gordito de apellido griego empieza a soñar que es Washington y que está en la campaña del ejército para cruzar el río Delaware. Ya no sabe qué hacer, su esposa no se lo banca, sus compañeros son una manga de descerebrados y el mundo es una verdadera bosta.

Así que, alarmado por tener ínfulas de grandeza y rastros de motivaciones en sus sueños, decide ir al médico y le recetan sesiones con una especie de personal trainer que es alto psicótico (como todos en este film, bah). Bueno, al final el gordito se hincha las pelotas y manda todo a la mierda para ir en busca de la stunt del nivel 5, quien era la única persona que no hacía su vida miserable en esa oficina explotadora de medio pelo.

Mía Maestro hace de la mencionada stunt del nivel 5 (algo así como una secretaria ejecutiva del futuro) y es una morocha argentina que está más buena que no sé qué. Una de las nuestras que la pegó allá en tierras hollywoodenses. Albricias para ella.

Mezcla rara entre Office Space y Fight Club (1999), pero sin la violencia de esas películas. Acá está todo extremadamente reprimido y satirizado con un humor muy extraño y eficaz, buenas actuaciones y además todo se va al carajo como a mí me gusta. 

En fin, le pongo 7 asteroides. Una película muy indie que adonde apuntó, le dio en la diana.

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