sábado, 25 de mayo de 2013

Tesis (1996)


Con: Ana Torrent, Fele Martínez y Eduardo Noriega.

Dirección: Alejandro Amenábar.

La empecé a ver con cierto prejuicio, ya que me la habían recomendado repetidas veces (ya saben lo que  pienso de las películas hiperalabadas por todos) y que un thriller de gallegos noventoso no me llamaba mucho la atención  que digamos. Pero tengo que saber perder como un gentleman y reconocer que me cerraron el ocote. Putos.

Una jovensísima Ana Torrent y el debutante Fele están perfectos. Eduardo Noriega es medio cara de piedra y en general sus actuaciones me parecen propias de una momia, pero aún así no logra desentonar demasiado aquí. Mérito del director, supongo.

Trata muy subrepticialmente el tema de las snuff movies, pero con dosis muy precisas de intriga y suspenso. Hacía mucho que una película no me atrapaba y me llevaba de los pelos a pensar: ¿y ahora qué les va a pasar a estos inocentes guachos?

Qué loco que haya gente que haga esto posta.

Para ser una ópera prima de hace más de quince años, es una buena película. Le pongo 7 asteroides, cuando intuía sólo 3. De bruto ignorante, nomás.

sábado, 18 de mayo de 2013

Sobre gustos

Mis gustos a la hora del cine son algo tiránicos y ridículos, como los de todo el mundo. Siempre me va a atraer más una película poco conocida que un megaéxito (lo que es totalmente ridículo), una película que roza lo inentendible antes que una que te sirve la historia en bandeja (lo que es incomprensible), una película adaptada cuya obra original conozco antes que una basada en una obra que me resulta desconocida (lo que es lógico, creo), etc. (lo que es etcétera).

Pero hay extraños casos en los que me rehúso a ver una película sin causa aparente, o real. Creo que la principal causa de esto es la aclamación popular, que me dice que algo malo debe tener esa película para que le guste a todo el puto mundo. O peor, que de hecho todo el puto mundo la haya visto.

Debo aclarar, en favor de mi salud mental, que no son tantos casos. La mayoría de las veces termino viéndola y descubriendo que de hecho son basuras insufribles, o a veces inclusive me gustan, pero en este momento no recuerdo ningún caso de lo último (quizá porque la gente ya no se preocupa tanto del cine, porque El Grinch les robó el alma o algo así).


Actualmente hay una película que me niego rotundamente a ver a pesar de las numerosísimas recomendaciones que recibí hace bastante al respecto: Black Swan (2010). Desde "te llega al corazón", hasta "Natalie Portman está como para partirla al medio (aunque si miran el póster se van a dar cuenta de que da un poco de miedo)", no hay nada que me atraiga de la película. A esta altura, claro, ya pasó del desinterés al interés inverso, es decir, que el no-ver esta película es como una cruzada que llevo a cabo en contra de todas las recomendaciones del mundo que llevaron a la visión de bazofias insoportables. O por lo menos eso me digo para no convencerme de que estoy mal y que necesito ir al loquero.

En su momento tampoco vi Titanic (1997), pero eso ya no tiene tanto mérito, el mérito estuvo cuando salió y todo el mundo iba al cine 24 veces (creo que la película que más veces vi fue 
What about Bob? con Bill Murray, unas ocho veces en dos días). Aparte no ayuda mi caso que la actriz fuera Kate Winslet en el papel de un matambre mal atado y pintado con la escopeta maquilladora de Homero Simpson. Pero me fui por las ramas.

La lista que es realmente larga es la de Películas que me gustaría no haber visto, pero como ya las vi no hay mucho que hacer al respecto, que es la siguiente:
  1. Batman & Robin (1997)
  2. The Wicker Man (2006)
  3. The Animal (2001)
  4. Spiderman 3 (2007)
  5. Pan's Labyrinth (2006)
  6. Clash of the Titans (2010)
  7. Wrath of the Titans (2012)
  8. The Matrix Reloaded (2003)
  9. The Matrix Revolutions (2003)
  10. The Butterfly Effect (2004)
  11. March of the Penguins (2005)
  12. Daredevil (2003)
  13. Green Lantern (2011)
  14. X-Men Origins: Wolverine (2009)
  15. Todas las de Friedberg y Seltzer.
Y muchas más que no recuerdo.

Prefiero volver a ver What about Bob? (1991) que poner mis ojos sobre estos accidentes de la naturaleza otra vez.

sábado, 11 de mayo de 2013

La vieja de atrás (2011)



Reparto: Adriana Aizemberg, Martín Piroyansky, Marina Glezer.

Director: Pablo José Meza.

Lenta, muy lenta, lentísima. Esta película es un elogio a la lentitud.

Adriana Aizemberg es una vieja que hace de vieja y le sale perfecto. Las caras de odio para con el chino del super y hacia toda la población en general son impagables. Su personaje es una mezcla entre Mamá Cora y Annie Wilkes que me hizo dudar muchas veces, esperando que la vieja usara los huevos de la mayonesa para hacer flancitos o lo obligara al pibe a escribir un libro mientras lo ata a una cama y le rompe las piernas con una maza. Pero nada de eso ocurre.

Martín Piroyansky me hace acordar a Wolowitz, de The Big Bang Theory. Debo confesar con cierto pavor que me sentí más que identificado con su personaje. Es prácticamente mi vida actual, salvando las distancias correspondientes.

Sale el chino que auspiciaba de partenaire de Darín en aquella premiada película, pero que acá hace de un cajero de supermercado (¡adivinen de qué nacionalidad!) cuyos únicos diálogos se basan en anunciar los precios de la mercadería que lleva la anciana.

Cuando de una vez por todas uno cree que el fin va a remontar (después de casi dos horas), hay un fundido a negro y termina. Esto provoca en el espectador unas ganas inusitadas de organizar un linchamiento colectivo y colgar al director en la plaza mayor de la ciudad.

A pesar de eso, le pongo 4 asteroides porque si cambian La Pampa por Mendoza, el personaje de Piroyansky soy yo. 

sábado, 4 de mayo de 2013

Deus ex machina y otras mentiras

Me encuentro actualmente en época de mucho estudio, pero si están leyendo esto se darán cuenta de que trato de no mermar la cantidad de entradas. Por otra parte, mi reciente adicción al paco y demás drogas duras es probable que influya (?) Además esto tiene menos convocatoria que el canal agropecuario a las tres de la matina, así que no jodamos tampoco.

Pero lo que nos concierne es el cine, en este caso, la parte más desagradable y frustrante del mismo: los clichés.

En toda cinta es de esperar cierto aire familiar producto de incontables situaciones que se repitieron al infinito en las quichicientas películas que se filmaron en toda la historia hasta nuestros días. La gran mayoría de las veces el protagonista se queda con la chica, todos comen perdices y viven felices para siempre, el cable que se corta es el verde y la bomba se para a dos segundos de explotar, y todos los perros van al cielo. Todo eso es lo que cabe esperar, porque la gente va al cine para olvidarse de que la vida es una caravana de penas, miserias y flagelos varios, y de que si en alguna ocasión tenemos que desarmar una bomba, hay como quinientos cablecitos negros. Se los digo con conocimiento de causa.

Pero la suspensión de la incredulidad tiene un límite, y hay situaciones que ya rompen un poquitito las pelotas cada vez que las vemos. Las mismas hacen surgir la pregunta "¿cuánto le habrán pagado a este hijo de puta por escribir algo que un chimpancé endrogado podría haber hecho mejor?". Para identificar todo esto, Rueda de Ginebra presenta, sin más ceremonia que la presente, el Top Five de situaciones que cada vez que aparecen en una película me hacen querer ajusticiar a un guionista.

5- Los malos tienen menos puntería que Stevie Wonder.


Tenés tu fortaleza de la maldad en el ártico, bien custodiada por tu ejército de secuaces, tenés tu plan para conquistar el mundo y tenés a tu archienemigo al acecho, ¿qué hacés? Evidentemente no preparás a tus hombres, porque en todas las películas no tienen absolutamente nada de precisión o tino. En cierto punto hasta es cómico, pero en general es bastante irritante. En Die Hard (1988), por ejemplo, siempre le dejaban un tirito adentro de una pierna o algo así, pero eso es cada vez menos frecuente.
Principal ofensor: Casi cualquier película con un tiroteo.
Cómo debería ser: El personaje principal es muerto por un conserje de limpieza que lleva una pistolita de bolsillo, porque, bueno, es el conserje malvado de una organización malvada de la limpieza.

4- La comedia romántica, toda su estructura de manual. A saber, se conocen, se gustan, pasa algo feo, se dejan de ver, desesperada carrera para que el otro no tome el avión que lo va a llevar a algún lugar lejano y beso fogoso.
Principal ofensor: Todas, absolutamente todas las comedias románticas, e inclusive algún drama de esos que terminan bien.
Cómo debería ser: El tipo se da cuenta de que quiere a la tipa, se va a su edificio, le toca el portero, la mina baja a abrirle, se van al café de la esquina y hablan ahí. Tampoco hay que dejarlos separados, que eso pasa sólo en la vida real. O utilizar la misma estructura pero al revés. Claro que sólo sirve para una película, después las demás son copias.

3- Las películas de terror con finales dobles. O sea, parece que termina la película, el monstruito está muerto, todo joya, pero antes de los títulos se nos indica que no, que el monstruito no estaba muerto, y ahí va otra vez a perseguir a la gente en un par de films más, por decir, y después sí lo matan en la quinta secuela.
Principal ofensor: The Ring (2002), la razón principal es que Samara me da miedito.
Cómo debería ser: Cuando se muere, se muere de viejo, qué es esto, ¿qué le están enseñando a los niños?
2- El malo que detalla todo su plan antes de matar a su némesis, pero éste escapa. Ya lo tiene listo, atado  a una mesa, por lo que los guionistas deben pensar que lo confunde con un psicólogo o un sacerdote, y le cuenta paso a paso toooooooodo lo que planeaba hacer, porque ¿cómo se va a escapar de mi super planeada muerte que en doce horas lo va a dejar duro como caca de robot?
Principal ofensor: La saga de James Bond.
Cómo debería ser: Como en Mission: Impossible III (2006), en dónde nunca nos enteramos qué carajo es el Rabit's Foot. Como en The Departed (2006), donde a los malos y a los buenos se los cargaban sin mucho aspaviento.

1- Todo es casualidad, pero de la buena. Pasa muy seguido en películas sobre concursos  o por lo menos es en las que  se nota más, porque pasa en todos lados, menos en la realidad. Por ejemplo, en Akeelah And The Bee (2006), película cuyo único mérito es haber dado pie a este formidable sketch de Derric Comedy. Las únicas coincidencias que se dan en este mundo es que, por ejemplo, te diagnostican pulmonía el mismo día que se la diagnostican a un vecino, o chocás tu auto contra el de alguien que conocías de la primaria y que resulta que se está acostando con tu señora. Paul Auster en alguno de sus libros pone en boca de un personaje esta frase: "Todo en su novela sucede por el azar". Quizá lo hace para justificar su propia novela, pero también se aplica a este tipo de películas.
Principal ofensor: Muchísimos, pero me viene ahora a la mente Slumdog Millionaire (2008).

Cómo debería ser: Nadie nunca se encuentra con nadie por la calle, ni en ningún evento social, ni tiene extraños accidentes que lo unen con su padre biológico. Todo es vacío y somos átomos apartados de toda trama celeste imposible e improbable.

Listo, ahora, a disfrutar chochos de la vida.