sábado, 11 de mayo de 2013

La vieja de atrás (2011)



Reparto: Adriana Aizemberg, Martín Piroyansky, Marina Glezer.

Director: Pablo José Meza.

Lenta, muy lenta, lentísima. Esta película es un elogio a la lentitud.

Adriana Aizemberg es una vieja que hace de vieja y le sale perfecto. Las caras de odio para con el chino del super y hacia toda la población en general son impagables. Su personaje es una mezcla entre Mamá Cora y Annie Wilkes que me hizo dudar muchas veces, esperando que la vieja usara los huevos de la mayonesa para hacer flancitos o lo obligara al pibe a escribir un libro mientras lo ata a una cama y le rompe las piernas con una maza. Pero nada de eso ocurre.

Martín Piroyansky me hace acordar a Wolowitz, de The Big Bang Theory. Debo confesar con cierto pavor que me sentí más que identificado con su personaje. Es prácticamente mi vida actual, salvando las distancias correspondientes.

Sale el chino que auspiciaba de partenaire de Darín en aquella premiada película, pero que acá hace de un cajero de supermercado (¡adivinen de qué nacionalidad!) cuyos únicos diálogos se basan en anunciar los precios de la mercadería que lleva la anciana.

Cuando de una vez por todas uno cree que el fin va a remontar (después de casi dos horas), hay un fundido a negro y termina. Esto provoca en el espectador unas ganas inusitadas de organizar un linchamiento colectivo y colgar al director en la plaza mayor de la ciudad.

A pesar de eso, le pongo 4 asteroides porque si cambian La Pampa por Mendoza, el personaje de Piroyansky soy yo. 

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